El AIITIP de Zaragoza, el AIMEN gallego, el LEITAT de Barcelona y el IDONIAL de Gijón crean READI, una red que cuenta con un presupuesto de 4 millones.
Es una evidencia que la industria 4.0 tiene en la impresión 3D a uno de sus principales aliados. Es otra evidencia que la también llamada fabricación aditiva está en constante evolución, persiguiendo la excelencia. Por eso, dentro de un tiempo, quizá no tanto, cuando menos lo esperemos, puede que haya resultados tan prometedores procedentes de algunos de los programas tecnológicos en curso que nos veamos obligados a remontarnos al ‘dónde comenzó todo’. Ese ‘dónde’ puede que sea España. El ‘cuándo’ puede que nos obligue a remontarnos a aquel extraño verano de aquel extraño año 2020.
Porque ha sido este pasado mes de agosto cuando cuatro potentes centros tecnológicos especializados en la fabricación aditiva y que son referencia en Europa han unido sus fuerzas en un programa interregional llamado READI, acrónimo derivado de Red de Excelencia en Fabricación Aditiva.
En concreto, el proyecto se construye alrededor de cuatro ejes estratégicos: el fortalecimiento tecnológico y la investigación aplicada; la capacitación de recursos humanos y la mejora de la competitividad de los investigadores; la internacionalización y el posicionamiento estratégico; y la transferencia tecnológica a las industrias y su difusión en el mercado.
Los objetivos de READI se centran en la capacitación de los centros en cada una de las etapas que integran la cadena de valor de la fabricación aditiva, desde el desarrollo de nuevos materiales hasta el diseño de estructuras multifuncionales y modelos innovadores de economía circular. Así, el consorcio trabajará tanto a nivel tecnológico como de manera transversal en otras posibles barreras al mercado, en relación con modelos de negocio o aspectos de protección intelectual.
Las capacidades complementarias de los cuatro integrantes del consorcio permiten cubrir todo el espectro de la fabricación aditiva de materiales metálicos, en polvo y en hilo, y poliméricos. En cuanto a materiales innovadores, se llevarán a cabo hibridaciones de metales y cerámicas con plásticos, con el objetivo de conseguir nuevas funcionalidades de esos materiales y mejorar sus prestaciones actuales.
Respecto a tecnologías y procesos, la finalidad de READI es presentar novedades en sistemas portátiles y sistemas para grandes dimensiones de impresión 3D y monitorización de procesos, para después analizar el acabado y la operatividad de las piezas obtenidas, mejorando su calidad.
La motivación principal del trabajo de la red READI es que los desarrollos se transfieran a la industria, con la que se mantendrá un diálogo permanente para detectar necesidades, aportando soluciones y apoyo tecnológico a los sectores más demandantes de esta tecnología y con alto impacto económico y social, como el aeroespacial, el transporte terrestre, los bienes de consumo o el equipamiento industrial y utillaje.
Para lograrlo, se realizarán demostraciones de procesos y productos a los segmentos mencionados, se ofrecerán sesiones de formación y se organizarán eventos de distintos tipos. Asimismo, cabe destacar la aportación de READI a la economía circular a través de la monitorización del consumo energético y de materiales para optimizar el ahorro de estos recursos.
READI, con un presupuesto cercano a los cuatro millones de euros, cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), en el marco del programa Cervera. El proyecto ha comenzado este mes de agosto y está previsto que finalice en diciembre de 2022.